Galileo descubre la universidad de la caída libre (s. XVI)
Hasta inicio del siglo XVI, la gente común y los científicos estaban seguros de que los objetos pesados caían más rápidamente que los livianos. Aristóteles, uno de los pensadores más importantes de la Antigüedad y que pocos se atrevían a cuestionar, había postulado originalmente esa hipótesis. Pero el italiano Galileo Galilei (1564-1642) estaba convencido de que esa visión era errónea. De acuerdo con los relatos de su secretario particular Vincenzo Viviani, realizó un experimento para comprobarlo. Aunque los historiadores afirman que quizá no lo llevó a cabo realmente, es una de las grandes leyendas de la ciencia.
De acuerdo con ella, el científico italiano, estudiante de la Universidad de Pisa, subió a uno de los niveles superiores de la famosa torre inclinada de esa ciudad. Llevaba consigo balas comunes de cañón, balas de oro, plata y madera con pesos diferentes. Su objetivo era dejarlas caer desde lo alto y comprobar si llegaban al mismo tiempo al suelo. Otras versiones de la historia mencionan, simplemente, dos objetos. Si Aristóteles tenía razón, los objetos más pesados, o los de materiales más densos, tocarían el piso antes que los más livianos. Sin embargo, durante el experimento se comprobó que todas las balas llegaban al mismo tiempo independientemente de sus tamaños y materiales. Una fuerza misteriosa (que luego se identificó como gravedad) provocaba la misma aceleración en cada una de ellas.
Se haya realizado o no esta prueba, que al parecer era un experimento común entre otros científicos contemporáneos de Galileo, éste descubrió lo que hoy conocemos como "Universalidad de la Caída Libre" o "Principio de equivalencia", una de las bases que la física moderna retomada por Albert Einstein al postular su Teoría General de la Relatividad. Algunos científicos contemporáneos a nosotros como el investigador James Williams, de la NASA, han puesto en duda esta teoría: la aceleración de la gravedad podría depender muy sutilmente de la composición de los objetos en caída libre.
Fuente: Edición impresa Muy Interesante
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