Cómo era el roedor que mordía como tigre.
En el año 2008 los uruguayos Ernesto Blanco, físico de la facultad de Ciencias de la Universidad de la República, y el paleontólogo Andrés Rinderknecht, publicaron una investigación en el Proceedings Bof the Royal Society enfocada en un cráneo completo que se encontraba en el Museo Nacional de Historia Natural. Era el Josephoartigasia monesi, el mayor roedor que pisó nuestro planeta. Blanco y Rinderknecht identificaron los registros como un cráneo de la familia Dinomyidae, unos roedores gigantes extintos de los que solo se conocían los dientes y fragmentos de mandíbula. Extraído de la formación San José, datada entre el Plioceno y el Pleistoceno (entre 2 y 4 millones de años), calcularon la masa corporal del Josephoartigasia en 1.000 kg, equivalente a la de un búfalo adulto, el articulo tuvo gran impacto en la comunidad científica y un equipo conjunto de la Universidad de York y la Hull York Medical School de Inglaterra contactó a los investigadores uruguayos para hacer un estudio biológico sobre la potencia que tenía la mandíbula de aquel enorme mamífero. El nuevo equipo calculó una mordida de 1.400 Newtons, similar a la de un tigre, y concluyó que sus enormes incisivos podrían haber sido de utilidad para defenderse, pero también para explorar el suelo en busca de alimento, del mismo modo que los elefantes modernos utilizan sus colmillos.
La vista dorsal de los cráneos del Pakarana (hasta 15 kg) y el Capibara (hasta 60 kg) comparados con el J.monesi que vivió en el delta de Río de la Plata hace 4 millones de años.
Fuente: Edición impresa Muy Interesante
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